Lazos de Alma

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lunes, 29 de octubre de 2012

REPARTIR LO AJENO

A todos nos resulta fácil repartir lo que no es nuestro. Algo de eso se cuenta en un conocido relato.
Una universitaria española, en el último año de sus estudios, se reconoce a favor de la distribución de la riqueza; y le avergüenza que su padre esté en contra de los programas socialistas. La mayoría de sus profesores le han asegurado que, la de su padre es una filosofía equivocada. Decidida en convencerle, le habla del materialismo histórico y la dialéctica de Marx, tratando de hacerle ver cuan equivocado está al defender un sistema injusto.
El padre, para despistar, le pregunta...
―Hija, ¿cómo van tus estudios?
―Van bien―le responde orgullosa y contenta―. Mi promedio es de nueve puntos, hasta ahora. Ya sabes cuánto esfuerzo me cuesta: no salgo casi nada con los amigos, no voy de fiestas ni a la disco. Dedico al estudio muchas horas al día.
Sigue el padre con sus pesquisas...
―Y a tu amiga Soledad, ¿cómo le va?
Ella responde muy segura...
―No muy bien. Sole tiene cuatro puntos de promedio. Pero es que va de fiesta continuamente, y falta bastante. Quizá no consiga aprobar y terminar la carrera este año.
El padre la mira a los ojos y le hace una propuesta...
―¿Has pensado en hablar con tus profesores y pedirles que le transfieran a ella dos puntos de los nueve tuyos? Ésta sería una buena y equitativa distribución de notas ya que así aprobaríais las dos.
Indignada, le contesta...
―¿Estás de broma? ¡Me rompo el traste para tener un nueve de promedio! ¿Y te parece justo que todo mi esfuerzo se lo pasen a una persona que no se esfuerza por su carrera? Por muy amiga que sea ¡no pienso regalarle ni mi esfuerzo, ni mi trabajo!
Su padre la abraza cariñosamente, y exclama...
―¡Bienvenida al mundo real de los que sudan la camiseta todos los días de cada año! A esa forma de vida que te intentan vender como filosofía equivocada.

Algo hemos hecho mal para estar donde estamos

La sociedad que nos estamos dando entre todos, es objeto de estudio para unos pocos que nos advierten de los riesgos que conlleva la falta de conciencia instalada en la mayoría silenciosa que pasa de puntillas por los problemas que se perciben ajenos, hasta que le toca a uno. Una Tesis confirma lo expuesto.

Y para finalizar un cuento, esos que pone en positivo las actitudes más escondidas de los seres humanos: "la luciérnaga y la serpiente".