Lazos de Alma

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domingo, 11 de agosto de 2013

AUTORRETRATO

En el verano de 1968, mi intención era iniciar los estudios de Bellas Artes. Y así lo hice en la Escuela San Carlos de Valencia. Pasados dos años, comprendí que mi vocación de artista no me llevaría muy lejos y, dado la conducta práctica que me caracteriza, me pasé a los estudios en la Universidad Politécnica de la ciudad, que concluí en el año 1974.

Por supuesto, permanecen en la familia cuadros y dibujos de aquella época. Y ahora, con los años pasados, la idea de retomar el carboncillo y la espátula me anda rondando por aquello de poder plasmar lo que uno ve en su interior.


La frente despejada, la nariz pequeña, los ojos enmarcados por las cejas rectas, la huella de las ojeras, el mentón redondeado, la melena al aire sin retocar: aquello que yo veía entonces (1968) se sigue reflejando en mi rostro cuarenta y cinco años después (2013).

Es sin duda una tentación volver a expresar en imágenes las ideas, como lo es también poner por escrito los sentimientos.

Mientras paseo con la familia por la playa en busca del mar (nunca mejor dicho "en busca del mar"), cuando la marea está tan baja y te adentras en el fondo, ese que en pleamar ni nadando a buen ritmo alcanzas, entonces, y solo entonces, puedes encontrar los 'tesoros' que el mar muestra al desnudo. De ahí guardo desde hace años una variada y preciosa colección de moluscos, principalmente, con el firme propósito de realizar alguna que otra composición artística, y pienso que ha llegado ya el día de volver a pintar.

2 comentarios:

Fernando Fragío Rodríguez dijo...

Tengo el recuerdo, Marigel, de haber visto este retrato tuyo colgado en casa de los abuelos.

Me gusta contemplarlo, y me trae gratos recuerdos de mi infancia.

Un abrazo.

Inteligencia emocional dijo...

Gracias a ti, me gusta saber que te trae gratos recuerdos de aquellos años junto a mis padres tus abuelos.