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domingo, 28 de julio de 2013

DESDE SANTIAGO...

En Santiago de Compostela estábamos para celebrar el día del Patrón de Galicia, cuando la tragedia irrumpió sin previo aviso y nos dejó a todos atónitos sin aliento ni palabras.

Banderas a media asta
Así, visto in situ, deja huella; y también permite contar las experiencias en primera persona.
Los peregrinos continuaron su marcha yendo y viniendo a pie, a caballo,...
Peregrinos entrando a caballo
La Plaza del Obradoiro acogía el dolor y el gozo. El silencio por las víctimas y la alegría por culminar el viaje como peregrino.
Las banderas a media asta y los festejos suspendidos se puede decir que han sido los signos visibles de una tragedia que será recordada en la festividad del santo patrón, como dijo el presidente de la Xunta de Galicia.

No sabría decir qué es lo que más me impactó al conocer la trágica noticia. Aunque supe que tendría que escuchar a los paisanos para no dejarme atrapar en las ideas de quienes se ocupan de dar noticias tendenciosas.

La gente sabe del paso diario de trenes por esa curva, que a alta velocidad resulta inviable porque te echa fuera.

Y se hizo ese trazado:
¿cuándo?, ¿por qué?, ¿quién?...
 ¿Es a caso relevante conocer la procedencia del trazado?
Para algunas personas esto tendría importancia si el trazado se hubiera producido estando en el gobierno el partido popular.
Pero la realidad es que fue el gobierno de Rodríguez Zapatero, con sus ministros Magdalena Álvarez y José Blanco, los responsables de este trazado inaugurado por Blanco. 

¡Dicen los paisanos!:
"Gustar, gustar...no nos gustan estas curvas, y no llegamos a comprender por qué con los medios técnicos que se tienen para realizar las carreteras se den vías como esta". 
"Eso podía pasar en los tiempos de María Castaña, pero hoy parece increíble". "¿Será a caso cosas del caso Campeón?".

De otro lado está el asunto de los conductores:
Los maquinistas son profesionales que conocen los efectos que la velocidad tiene en un trazado como el que nos ocupa por la tragedia vivida.
Al igual que los conductores que sabemos y padecemos tramos de carreteras (llamadas autovías), en donde algunas curvas tomadas a velocidades inapropiadas al trazado nos saca violentamente de la carretera.
También se plantea el asunto del sistema de control:
El que llevan estos trenes avisan de la velocidad requerida, pero no accionan de forma automática la reducción de la velocidad. En otras palabras: se depende del ser humano, de sus reacciones y comportamientos.
En la otra versión del sistema de frenado, el ser humano es prescindible.
Dicho así parece que lo mejor sea llegar a prescindir de los maquinistas. Al menos eso es lo que parece cuando se expresa que los trenes han de llevar el sistema de frenado automático. Cosa esta que me parece estupenda, pues todo lo que sea utilizar la tecnología punta bienvenida sea. Pero estaremos entonces en manos de las máquinas: ¿es eso lo que queremos? Es eso lo que quieren esos que tanto parlotean sobre el trabajo y la defensa del trabajador.
Pura falacia.

El maquinista tenía una hoja de ruta con todas las indicaciones porque "esa es la función del maquinista dentro del tren", es decir, "controlar la velocidad", porque "si no, sería un pasajero".

Es posible que a mucha gente le guste ir de pasajero, pero entonces no lleva las riendas y eso hay que saberlo y aceptarlo; de ahí la tragedia del infortunio, la siempre temida elección, en este caso: la máquina o la persona.

Yo me quedo con la persona que quiere y acepta llevar las riendas.

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