Si hacemos una retrospectiva en imágenes del veraneo que nos hemos dado, podemos hacernos una idea de nuestras prioridades.
Puede que nos centremos en el descanso tumbados al sol, paseando relajados con intención de recobrar fuerzas para lo que venga después.
Otra opción es la de seguir con el trabajo acuestas, gracias a los últimos artilujios de comunicación instantánea.
Entre otras tantas opciones que puedan darse, tenemos la opción de "hacer familia" en la casa de verano. Ésta es una forma de veraneo muy utilizada en tiempos de crísis. ¡Algo bueno han de tener las crísis!
Puede parecer que esta última opción tenga poco de descanso físico, pues, las tareas se incrementan cantidad aunque también se comparten; sin embargo, "hacer familia" en el hogar común tiene mucho ganado en aquello de establecer vínculos, de compartir experiencias, baños, horarios, juegos, etc.
Si nuestra prioridad es la de mantener y crear vínculos (familia, parientes, amistades, colegas, comerciantes, etc.), seguro que tenemos un montón de fotos de este verano que, al mirarlas, nos harán sentir ese empuje especial necesario para afrontar con éxito los momentos difíciles.
Entre lo que uno dice y luego hace, queda constancia en las imágenes que almacena en su memoria y las que mira en papel. Su vida, sus pensamientos serán congruentes en la medida en que esas imágenes de la memoria y el papel reflejan una misma realidad.
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