"El pesimista se queja del viento. El optimista espera que cambie. El realista ajusta las velas". (William George Ward)
Pensemos por un momento que este matemático, teólogo británico del siglo XVIII, aterrizase hoy en nuestro país. Del optimismo zapateril del que espera a que el viento cambie, hemos pasado al realismo de ajustar la velas del nuevo gobierno.
Lo que vería Ward sería a los pesimistas quejándose del viento, del tiempo de recortes que no les gustan, pero que cuando tenían velas no las utilizaron y se dejaron llevar a la espera de un cambio de viento. Vería Ward cómo al que ajusta las velas lo demonizan de proa a popa.
No puedo poner en boca de nadie la conclusión de semejante desatino. Para mí, es la historia de un pueblo que no llega a comprender que el optimista es la persona que sabe cómo rellenar el vaso que se encuentra medio vacío.
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