Cuando llega el verano, los recuerdos de la niñez se hacen presentes, cobran vida. Es el caso de Orense, la ciudad en que nació y vivió mi abuelo Arturo. Más tarde, ya de médico, marchó a Carballino donde nacieron sus hijos (mi padre). Fue también Presidente de la Diputación Orensana. Para mi, son recuerdos de aquellos que me enseñaron a compreder la grandeza de la persona desde su sencillez, la vida pausada, el sosiego ante la incertidumbre... de levantarse tras la caída.
Ourense, ahora, sigue siendo un referente de la cultura gallega, como se puede apreciar en el vídeo.
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