Lazos de Alma

Páginas

viernes, 24 de agosto de 2012

PREPARARSE PARA LA JUBILACIÓN


En el año 2008, desde el IMSERSO, se puso a disposición del público en general un interesante trabajo “Guía para una jubilación satisfactoria”  que tiene por objeto facilitar una adaptación a la jubilación. —Si alguien estuviese tentado a escribir sobre la jubilación, se tiene en esta Guía tanto una buena exposición de los autores, colaboradores y asesores como una Bibliografía de referencia a tener en cuenta.

Sus autores ponen énfasis en la necesidad de tomar consciencia, de anticiparse a los cambios antes de que se produzcan. También proponen pautas para una reflexión personal y hacen hincapié en la necesidad del autoconocimiento. Se anima al lector a que adopte actitudes y comportamientos positivos que le ayuden a enfrentarse óptimamente a los cambios que la jubilación supone, a que se sienta capaz de tomar decisiones, y las riendas de su vida.

Lo que ha llamado gratamente mi atención ha sido el comprobar que esta Guía, publicada en el mismo año que el Programa “Inteligencia emocional y social en el aula” —que desarrollé junto a Josefa Concepción—, mantenga unos planteamientos similares a nuestro Programa; incluso comparten algunos relatos que sirven de apoyo.
Esto me lleva a expresar la necesidad de poner en práctica lo que he sabido en la dinámica de aula como docente, allá por los años ochenta, y que he ido recogiendo en mis escritos:
Nada se improvisa, todo requiere tiempo, dedicación y esfuerzo.
Desde luego, no podemos saber qué pensaran nuestros jóvenes cuando les llegue su jubilación; pero si que está en nuestras manos mostrarles que se puede aprender a desarrollar actitudes y comportamientos positivos, a creer en sí mismos en sus posibilidades de cambio.
 
Al jubilado actual, puede que estas recomendaciones le lleguen tarde aunque no por ello dejen de ser bienvenidas.
Cuando en el año 1999 presenté el libro “La carrera laboral: ¿Qué será…será?” que escribí como apuntes para mis clases, quería dejar muy claro el significado de la Formación Profesional: su necesidad y la relevancia que tenía el concepto de formación humana de la juventud. El subtítulo lo explica con claridad: “Conocer y conocerse: un camino hacia la excelencia”. Ésta es una forma de PREPARARSE PARA LA JUBILACIÓN.
Una de las frases que acuñé ahí tiene ahora continuidad: “Si el siglo veinte ha modelado el ocio con la Tecnología, el siglo veintiuno habrá de humanizar con la excelencia”. Daba a entender así que, como educadora, echaba en falta libros de texto que fuesen en esa línea. Pienso ahora que no me equivocaba.
Sigo en lo mismo. Me guía el objetivo de lograr la excelencia; de procurar los vínculos que se requieren para seguir creciendo en medio de las dificultades.
Sea como fuere, la juventud  ha de hacer para aprender. Y en ese hacer lo singular y primordial es su carácter: reconocerse, valorarse y aprender a cambiar.
 
Me consta que algunos alumnos siguen esta trayectoria. Gracias. El empuje es mutuo.
 
 
 

No hay comentarios: