Cuando escasea el pecunio, es el momento de echarlo en falta. Pero...¿pensamos que eso podía suceder? o ¿vivimos en la creencia de que esos 'papelitos' eran eternos?
Se pretende agitar a las masas hasta llegar al asalto de establecimientos de alimentación. Y cuando miras las imágenes ves en los carros botellas de legía, toallas higiénicas y demás productos que no guardan relación alguna con el comer.
¿Qué se busca entonces con esta estrategia callejera? ¿Quizá lanzar un mensaje de hastío hacia la sociedad que nos hemos dado?
Pero, ¿nos damos cuenta de que somos los ciudadanos, al igual que nuestros representantes elegidos en las urnas, a quienes nos represantan en las organizaciones sindicales, etc., quienes hemos usado el dinero a la ligera y que, ahora, cuando se necesita urgentemente no tenemos en nuestra despensa (municipios, ayuntamientos, comunidades, estado...)?
El escritor estadounidense que acuñó la frase dio en el clavo: "Con el dinero sucede lo mismo que con el papel higiénico; cuando se necesita, se necesita urgentemente".
Quién olvidara (y propiciara) mantener repuesto en su despensa, y aquellos que su despensa se hallare lejos (en inversiones dudosas, por ejemplo), mantienen una actitud de premura que quieren contagiar a los demás.
Algunos, con esfuerzo y responsabilidad, no gastaron a lo grande porque es sabido que la economía es fluctuante. Nada es eterno.
Cuando el método seguido para solventar un problema se centra en señalar culpables, se tiene en suspenso la solución.
La solución a los problemas que nos hemos dado entre todos pasa porque busquemos acciones conjuntas que nos faciliten una salida.
Divide y vencerás tú. Vincula y ganará la sociedad.
Como siempre, es cuestión de elegir. En este caso, eliges si quieres dividir o crear vínculos.
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