Atención a quienes piensan que las banderas les abren el camino...
¿Adónde les lleva ese propósito en el que han empeñado sus sueños?
Pensando en ello, he recordado el filme "NAPOLA" y el "himno de las juventudes hitlerianas" que ahí se escucha.
"Aquel que no opina como yo, está contra mi". No es así. Pero vivimos la primera década del nuevo milenio discurseando sin lograr que las gentes comprendan que avanzar es sumar.
Aquellos emperrados en fragmentar tienden a magnificar las diferencias que expresan como signos de identidad irrenunciables.
La identidad va con uno allá donde vaya, con independencia de credos o ideologías.
La identidad nada tiene que ver que no sea con la propia persona y su capacidad de ser y sentirse como tal.
Aquellos que abrazan ciegamente una bandera, tienen sobrados motivos para pensar sobre el futuro de ese destino final ideal que pretenden.
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