La juventud de los setenta y ochenta, esos que hoy están preparados para organizar la sociedad, comenzando por orientar su vida personal y familiar, no pueden perder la esperanza porque ellos cantaron a los sueños a los sueños por los que cada día hay que implicarse.
¿Quién no recuerda la canción de Bob Dylan "Blow ind the wind". Seguro que, para muchos adultos, forma parte de esos momentos de reivindicaciones sociales que se han podido relegar, o que se siguen llevando de manera inapropiada a una práctica sin perspectiva.
Dice bien el cartel "la ignorancia no perdona". Y es una realidad que estamos ante una sociedad creada bajo el signo de un bienestar ficticio e ignorante, magníficamente organizado por la clase dirigente de los últimos treinta y cinco años en nuestro país. Ahora, cuando las cosas pintan rematadamente mal, LA IGNORANCIA NO PERDONA.
Quizá la respuesta esté en hacer que esa juventud que un día cantó a sus ideales vuelva a retomarlos y sople en el viento sus ideas de cambio, que en nada se parecen a lo que escuchamos día sí y día también de aquellos que reivindican "sus derechos" creyéndonos ignorantes.
PUES NO. NO SOMOS IGNORANTES LOS QUE LANZAMOS AL VIENTO QUE VAMOS A LOGRARLO JUNTOS.
QUE SE PUEDE SALIR DE DÓNDE NOS HAN METIDO QUIENES TANTO HABLAN AHORA EN LAS CALLES. AHÍ SE ESTÁ VIENDO CLARAMENTE LA DEFENSA A ULTRANZA DE LO SUYO.
HAY ESPERANZA PORQUE SOMOS MÁS LOS QUE SOPLAMOS EN EL VIENTO.