Llamadas a que los ciudadanos manifiesten sus demandas, un día sí y otro también, no faltan en el calendario de los países que se organizan en democracia. Sin embargo -y particularmente-, echo en falta manifestaciones en las que se demande la cultura de la mejora personal.
Me gustaría convocar una manifestación en la que primasen las razones por las que personas corrientes -de la calle- anónimas, viven haciendo de su quehacer diario el esfuerzo por potenciar sus cualidades.
Sin darnos cuenta, y de tanto protestar, estamos obviando lo esencial: ¿cuáles son mis cualidades, y si las he potenciado o no?
Y el caso es que, el esfuerzo, la
motivación y el resultado suelen ir de la mano. Motiva el comprobar que algo
dentro de uno mismo tira de la cuerda del esfuerzo. Esas cualidades innatas que nos
hacen vibrar en sincronía ante una determinada propuesta ya sea artística, tecnológica,
científica, emocional, literaria,...
Esta es mi pancarta con efecto llamada:
Estas son algunas de las imágenes que acompañan la marcha:
La motivación de no perder la ilusión, es una característica que no se pierde con la edad...¡si uno se lo propone y le pone esfuerzo y dedicación!
El esfuerzo por el logro ante la adversidad, es otro de los rasgos de la conducta resiliente.
El resultado que se obtiene al compartir, experimenta un efecto multiplicador que contagia. De ahí que mi propuesta de compartir aquellos rasgos de conducta que propone la teoría de la resiliencia.
Final de la película El concierto