Una reflexión sobre
los valores y la forma de compartirlos
Hablar de valores en
la educación es sinónimo de considerar la forma en que las personas nos relacionamos
con el mundo, cómo aprendemos a resolver conflictos a dialogar y a cooperar.
Desde la conferencia
mundial EDUCACIÓN PARA TODOS (1990) en Jomtien (Tailandia), han pasado algo más
de dos décadas, y siguen por completarse buena parte de los principios generales
que ahí se enunciaron.
La base para mejorar la calidad de vida la
se encuentra en la propia persona: cambiando la percepción que tengamos de
nosotros mismos, confiando en un cambio verdadero en las actitudes y valores
siendo conscientes del impacto que eso produce en nuestro entorno.
El objetivo primero y
fundamental de la educación es proporcionar al menor una formación que le
permita conformar su propia identidad y construir una concepción de sí mismo.
Un reto de la
educación es plantear propuestas que generen situaciones vivas y reales que
proporcionen resultados positivos. Se trata de plantear la educación en un
sentido más amplio, dejar de proporcionar respuestas teóricas.
Necesitamos crear
entornos creativos que faciliten el descubrir, aprender y desarrollar la
interconexión que existe en todas las áreas del conocimiento, y que permita la
expresión de las diferentes habilidades personales, talentos y valores
culturales.
Trabajar por proyectos
puede ser uno de los caminos que conduzca al compromiso personal y al cambio
colectivo. Y de ello trata el nuevo proyecto educativo en el que estamos trabajando el equipo de Autoras en la Red.
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