Me preguntaba ¿qué nos acerca y nos diferencia a unos pueblos de otros?, mientras ojeaba unas imágenes del metro en Estocolmo.
Llama la atención la ausencia de grafitis; parece más un museo que un espacio de libre circulación.
Me sentí tentada y busqué alguna que otra referencia de Suecia; y todavía me sorprendí aún más cuando navegué por la página oficial de turismo, Estocolmo, y leí una breve información sobre “beber agua en Suecia”:
El agua del grifo es deliciosa en cualquier lugar del país. Te sorprenderás al constatar que es tan buena como la gran variedad de aguas embotelladas por las que tienes que pagar. Las ventajas del agua del grifo como su pureza, su sabor y su gratuidad hacen que el agua en botellas de plástico no sea considerada una alternativa ya que resulta cara para el bolsillo y perjudica el medioambiente.
Por mucho que la Historia nos hable de unos pueblos bárbaros del norte, y una cultura occidental llegada desde oriente por pueblos helenos, romanos o árabes, parece que aquello de la decadencia de occidente se produzca por una necesidad de subsistir. Tal y como anda nuestra forma de vida desidiosa, envilecida, pordiosera, mezquina, bien merece la pena volver la vista y recoger lo que de bueno tienen los pueblos del norte, los Vikingos de otro tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario