¿A QUIÉN HAY QUE EDUCAR?

Después de haber asistido a la presentación del libro "EDUCACIÓN Y REDES SOCIALES. La autoridad de educar en la era digital" del profesor Agustín Domingo Moratalla (2013, Encuentro)...

Cuando me llegó esta imagen me pregunté: ¿a quién hay que educar?

Justamente la imagen de los años ochenta refleja las propias vivencias de quienes hoy somos abuelos. Y así lo recuerdo:

Los hijos jugando en el parque mientras las madres hacíamos lo propio; conversar en vivo y en directo. (Así se refleja en el libro que escribí junto a otra madre amiga, ESCALERITA AL CIELO).

Soy consciente de que aquella generación hemos participado activamente en la educación de los padres de esos pequeños que hoy podemos ver 'conectados'. Y sé también que lo están haciendo bien. Me consta que son padres responsables capaces de escuchar a sus hijos y de discernir lo que estos nuevos ciudadanos precisan para su desarrollo: VALORES.

Voy a tratar de contestar a la pregunta inicial:

Por propia experiencia intuyo que hay que educar a la persona.

Al hablar de PERSONA comienza todo un recorrido de posibles interpretaciones sobre su significado. Y cuando se tiene tanto dónde elegir comienzan a surgir las dudas razonables; esa que asalta a la Humanidad en sus albores:

"De tener que elegir, mejor elige tú porque tendré así a quién culpar".

¿Nos enfrentamos entonces al miedo, al temor a tomar decisiones que se salen de una fina línea marcada por otros?

Me pregunto si conocemos los motivos por los que seguimos la corriente.

Más aún, me cuestiono si somos conscientes de hacia dónde nos llevan aquellos a quienes decidimos seguir.

Este mes que comienza da paso a un tiempo tenido para la reflexión. Carece de relevancia los motivos que a cada persona le lleven 'pensar'. Pero es seguro que...

"Los seres humanos tienen capacidad para plantearse lo que han podido hacer mejor y cuestionarse los motivos por lo que no lo han hecho".

Si recuerdan el filme "LADRÓN DE BICICLETAS", en una próxima entrada podremos comentar el final y relacionarlo con lo dicho aquí.