Pensamos que, con palabras, podemos comunicarnos sin más. Películas como 'no me chilles que no te veo', ponen acento en la necesaria empatía para una comunicación efectiva. Y lo hace desde el humor: ésa forma de compartir experiencias educativas sin ser un 'peñazo'.
Sin duda, el grito es un gesto manifiestamente hostil, de ataque o defensa ante el adversario. Las personas cercanas en el afecto, no se gritan como lo hacen las gentes de programas televisivos que vienen a ser un ejemplo de corazones rotos y alejados de esa flexibilidad que el amor hace patente en unas relaciones fluidas y duraderas.
Lo que nos pase, o deje de ocurrir depende de uno mismo; de cómo nos enfrentemos a las situaciones estresantes, tal y como explica la resiliencia: esa capacidad innata que también se aprende mediante la educación y la terapia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario