No importa el idioma: los pequeños lo tienen fácil para aunar, en lugar de dividir como hacen sus mayores.
He aquí una realidad escolar.
Las cosas son así de sencillas o así de complejas.
Mientras los niños perciben un mundo en conexión, los adultos se movilizan en un intento reduccionista de corte soberanista en reinos de taifas.
Cierto es que los seres humanos somos expertos en avanzar un paso para luego retroceder tres o cuatro en menos que canta un gallo. Y en esto los españoles somos líderes indiscutibles.
Sea como fuere, por lo que pudo ser y no fue, por aquello que fue y no será, por que unos son quienes no dicen ser y otros quieren bailar al son que marque el vencedor,... estamos ante la mágica situación de aplicar aquella máxima: O te haces como niño, o lo tienes complicado para entrar en el reino de los reinos...
La imagen del nuevo alfabeto nos sirve de ejemplo: SIMPLICIDAD y CORDURA, ¡se echan en falta!