Nada de nada.
A veces creemos conocer algo. Y pasado algún tiempo nos percatamos de que nada era tal cuál nos parecía, o ¿sí?
La capacidad de asombro la tiene un niño, y si la pierde al crecer comienza el endurecimiento de su comportamiento que se manifiesta en actitudes inflexibles.
¿Cómo podemos conocer cuál es nuestro listón de flexibilidad mental?
¿Soy capaz de plantearme los problemas de muchas formas diferentes que incluso nadie haya planteado explícitamente?
¿Sé establecer relaciones entre diversos y diferentes temas, y los combino sin importarme la incongruencia que pueda darse inicialmente?
¿Soy capaz de salir de la rutina, de plantearme la dualidad de los opuestos?Y, después de todo, lo principal:
¿Te has cuestionado sobre tu ejemplo de creatividad ante el menor?
Suele pasar aquello que enuncia la sentencia: Nadie es profeta en su tierra. De modo que no te asombres si tu manifiesta creatividad te trae algún que otro problema. ¡Normal! Entre tanta gente dogmática que anda suelta.
Mira en el vídeo lo que es o no es, la nada.
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