El equipo de investigación, dirigido por Melissa Bateson y Daniel Nettle, del Centro para la Conducta y la Evolución de la Universidad de Newcastle en el Reino Unido, realizó una investigación sobre el cambio de conducta que puede producirse a través de la mirada.
El experimento consistió en alternar, en las paredes de un café, pósters de caras humanas que miraban fijamente durante un período y pósteres de flores que decoraban las paredes en otro período determinado.
Los investigadores contaron en cada período la cantidad de personas que, después de consumir, tiraban los desperdicios donde debían.
La labor de vigilancia recayó en uno de los investigadores quien pasó muchas horas sentado de manera discreta en un rincón del café, observando disimuladamente la conducta de los clientes hacia la basura que producían.
Así se pudo observar que, durante los periodos en que estaban pegados en las paredes los pósters de rostros ‘aparentemente’ vigilando a los comensales, el doble de gente tiró la basura debidamente, en comparación con los periodos en los que las paredes lucían pósters de flores.
Los resultados de estos experimentos indican que, la presencia de imágenes de rostros humanos mirando fijamente a la cámara y que, por tanto, parecen estar mirando a los ojos de cualquiera que contemple la imagen, puede estimular la conducta cooperativa.
Los autores del estudio consideran que las imágenes de rostros humanos hacen que la gente se sienta observada. Y a la mayoría de las personas nos importa lo que piensen los demás de nosotros, de modo que, nos comportamos mejor cuando nos sentimos observados. Es como si se activase el ‘policía’ (conciencia) interior.